La judoka navarra Ariane Toro ha vuelto a brillar en el circuito internacional al hacerse con la medalla de bronce en el prestigioso Grand Slam de Tbilisi, dentro de la categoría de -52 kg. La actual número 12 del ranking mundial ha firmado una gran actuación, que la consolida, una vez más, entre la élite de este deporte.

Toro comenzó la jornada con un combate libre que le permitió acceder directamente a la segunda ronda, donde no dio opción a la israelí Ilay Hayun, a quien derrotó por ippon. En cuartos de final se midió a la húngara Roza Gyertyas (nº 17 del mundo), logrando la victoria por yuko tras mantenerla inmovilizada durante 6 segundos en suelo, en los instantes finales del combate.

Ya en semifinales, la navarra se enfrentó a una de las grandes favoritas, la francesa Amandine Buchard, actual número 4 del ranking. Tras un intenso combate que se fue al golden score con una penalización por parte de ambas, Toro cedió finalmente por waza-ari, ante la que acabaría llevándose el oro en la categoría.

En la lucha por el bronce, Ariane mostró su determinación y dominio sobre el tatami al imponerse a la húngara Reka Pupp (nº 9 del mundo) con un waza-ari y un yuko, asegurando así su presencia en el podio y repitiendo éxito en este mismo torneo, donde ya logró la medalla de oro en 2024.

Con este nuevo metal, Ariane Toro sigue demostrando que es una firme candidata a todo en la categoría de -52 kg, manteniéndose firme en la pugna por las medallas en cada cita internacional.